El paraíso mochilero de las Filipinas se encuentra en Banaue, al norte de Luzón. Encontrar información sobre las terrazas de arroz de Banaue no es del todo fácil, así que voy a intentar resumir nuestra experiencia.
¿Por qué ir?
Las terrazas de arroz y la jungla filipina son increíbles. Resulta complicado caminar más de 100 metros seguidos sin parar a hacer una foto. Los pueblos de la zona son super tranquilos (en algunos ni siquiera hay cobertura con el móvil), por lo que son ideales para disfrutar de un par de días de desconexión.
¿Cómo llegar?
Desde Manila hay autobuses directos a Banaue pero nosotros hicimos parada en Baguio. El autobús Manila (Cubao) – Baguio sale prácticamente cada hora. Cuesta 445 pesos. Nosotros cogimos el de las 10:30 y llegamos a Baguio sobre las 17:30. El tráfico en cualquier ciudad filipina es un horror, así que mejor no fiarse mucho de los horarios. La compañía es Victory Liner. En Baguio hicimos noche y al día siguiente tomamos el bus hasta Banaue. El autobús cuesta 430 pesos, sale a las 21:00 y llega a Banaue a las 6:00 (un palizón, sí). La compañía es Ohayami (junto al parque del centro) y es mejor comprar el billete con algunas horas de antelación. Antes de llegar a Banaue te harán salir del bus para pagar la tasa de turismo: 20 pesos. Después te montarán en una furgoneta para llevarte a la plaza del pueblo.
¿Qué hacer?
El principal atractivo son las terrazas de arroz. Nosotros hicimos una ruta de dos días. Nos ofrecieron un guía para empezar el primer día que llegamos. Como estábamos muertos después del viaje en autobús preferimos empezar al día siguiente.
La ruta: Mirador de Banaue – Pula – Kambulo – Batad
Decidimos hacer la ruta sin guía (un guía cuesta 1000 pesos al día). Empezamos muy temprano, a las 6:30, para llegar al mirador a las 7:00. El trayecto en triciclo cuesta 300 pesos. El primer tramo no tiene pérdida. En el cuarto refugio hay un desvío: a la izquierda se baja a Pula y a la derecha a Kambulo. Como nosotros sabíamos que teníamos que ir a Kambulo, nos deviamos a la derecha. Mal. El camino se complicó un poco (en gran parte por el barrizal que había). Pero bueno, nada que dos senderistas curtidos en los Alpes no puedan superar :-)A medida que nos acercábamos a Kambulo veíamos a grupo de niños que salían del colegio por lo que sólo tuvimos que seguir su rastro: Kambulo es el único pueblo con escuela a ese lado de la montaña.Llegamos a las 15:00 a Kambulo y allí hicimos noche. Cenamos, nos tomamos una merecida cerveza y nos fuimos a dormir a la hora de los niños.El segundo día recorrimos la distancia Kambulo – Batad en unas dos horas. Una vez se llega a Batad hay que desviarse a la izquierda para seguir hasta una cascada. Nosotros nos pasamos el desvío y nos dimos cuenta demasiado tarde. Ya no tuvimos ganas de volver así que, como aún era pronto, decidimos regresar a Banaue ese mismo día para poder partir hacia Sagada la mañana siguiente. En Batad también hay que pagar una tasa turística de 50 pesos por persona.El triciclo de vuelta de Batad a Banaue cuesta 700 pesos.
¿Dónde dormir?
- Banaue – Randy’s Brooksinn. Cuesta 250 pesos por persona. El desayuno son 80 pesos extra. Randy es muy majo y nos explicó cómo hacer la excursión, además de coordinar el transporte de ida y vuelta de la excursión. Las habitaciones son pequeñas pero están limpias. La conexión a Internet es muy lenta.
- Kambulo – Hiker’s Inn. 250 pesos por persona. En Kambulo no hay mucha elección, sólo hay 2 alojamientos. Los dos son igual de buenos (o de malos). No hay agua caliente ni Internet. Las comidas y las bebidas son caras (las tienen que transportar a mano) así que mejor llevarse algo de comida. Nosotros llevamos unas latas de conserva y algo de pan.
- Banaue – Richard’s Homestay. 250 pesos por persona. Como Randy nos esperaba un día después, el día que volvimos estaba completo y nos envió a este otro Homestay. Era más cutre que el suyo y la conexión a Internet es un dolor.
Otras alternativas en Banaue:
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