En nuestro camino hacia el sur de Grecia, hicimos un desvío para poder visitar Meteora: un conjunto geológico de rocas gigantes en las que en el siglo XI construyeron 24 monasterios y conventos, de los cuales aún quedan seis.

Es impresionante mirar hacia arriba y ver las construcciones en lo alto de las rocas. Antiguamente no llegaba ninguna carretera y si los monjes querían subir o bajar, lo debían hacer por medio de escaleras de madera (de quita y pon) o a través de poleas. Metían al monje en una red y lo subían a lo alto del monasterio. Cuando les preguntaban a los monjes cada cuánto sustituían las cuerdas, ellos contestaban: Cuando el señor deja que se rompan.

¿Cómo llegar a Meteora?

Las ciudades más cercanas a Meteora son Kalambaka y Kastrati. La primera es algo más grande y tiene más variedad en cuanto a alojamiento: hoteles, pensiones, apartamentos…

En temporada alta quizás sea interesante valorar Trikala (a 20 km de Kalambaka) como opción.

Desde Kalambaka hay un minibús (cuesta 1 €) que recorre los 4-5 km que hay desde el pueblo hasta los monasterios. También se puede subir a pie y se tarda 1 hora.

Kalambaka se encuentra a 350 km de Atenas y a 250 km de Tesalónica.

Precio y horario

La entrada a cada monasterio es individual y cuesta 3 €. Hay que tener cuidado con los horarios de apertura de cada uno y los días de la semana en que están cerrados.

Cuando fuimos nosotros nos encontramos con que estaban haciendo reformas en uno de ellos y, aunque tenía que estar abierto, también estaba cerrado.

En la oficina de turismo de Kalambaka existe un paquete que cuesta 25 € e incluye el transporte y la visita a todos los monasterios.

¿Dónde dormir?

Nosotros nos hospedamos en el Hotel Toti. Encontramos una oferta y pagamos 30 € por una habitación doble con desayuno con vistas a Meteora.

El hotel está recién renovado y la relación calidad-precio es inmejorable. Como nota negativa: las dueñas del hotel no son la alegría de la huerta y el desayuno es continental… pero teniendo en cuenta que veníamos de dormir en una habitación improvisada de un hostel en Trikala en el que nos cobraron 25 € sin desayuno… no nos podemos quejarnos en absoluto.

¿Merece la pena visitar todos los monasterios?

Nosotros recorrimos todo el camino, de una punta a otra, pero sólo entramos en dos: el convento de Rousanou y el monasterio de Gran Meteoro (todo el mundo dice que es el más bonito).

El convento fue una decepción porque sólo se podían visitar un par de salas. El monasterio de Gran Meteora es bonito, sí, pero bajo mi punto de vista lo que de verdad merece la pena son las vistas. Y las vistas son prácticamente las mismas desde dentro del monasterio que desde fuera.

Personalmente no creo que haga falta entrar a todos los monasterios (a no ser que seas un fanático de arte religioso), por lo que con visitar uno o dos es suficiente.

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