La siguiente parada después de visitar Banaue fue Sagada. Sagada se encuentra en la provincia de la montaña (Mountain Province) y es otro de los destinos preferidos por los mochileros. Rutas de senderismo, aventuras dentro de una cueva y ataúdes colgantes…

¿Cómo llegar a Sagada?

Existen autobuses directos desde Baguio. Nosotros llegamos en Jeepney. Primero Banaue – Bontoc (150 pesos) y después Bontoc – Sagada (40 pesos). El sistema de los Jeepneys es divertido: en Banaue tienes que ir a la entrada del pueblo, dar con el Jeepney adecuado y sentarte dentro a esperar a que se llene. En nuestro caso la espera fue una hora. Cuando llegamos había un turista que llevaba ya una hora sentado… es mejor no tener prisa y llevar a mano un libro…
En Bontoc hay que hacer trasbordo. El trayecto Bontoc – Sagada dura una hora.

¿Qué hacer en Sagada?

Cuando llegas a Sagada tienes que registrarte en la oficina de turismo y pagar la tasa medioambiental (35 pesos). En la oficina tienen una lista de actividades. Para hacer cualquiera de ellas necesitas un guía. Nosotros quisimos ir de listos y acceder directamente a los ataúdes colgantes. Es un paseo de 20 minutos sin ninguna dificultad. Cuando llegamos nos pidieron el recibo de la oficna de turismo. Recibo que no teníamos, por lo que tuvimos que volver y registrarnos. Supongo que es la manera de proteger la región y generar algunos puestos de trabajo…

Los ataúdes colgantes (Hanging coffins) – Precio 200 pesos (hasta un grupo de 10 personas)

Nosotros nos juntamos con otra pareja para compartir gastos. Se trata de una serie de ataúdes que cuelgan de la roca. Es la manera que tenían los lugareños de enterrar a sus muertos antes de la llegada del cristianismo. El sitio es curioso, sin más.

La cave connection (400 pesos por persona + 400 pesos si quieres contratar transporte).

Esta actividad sí que resulta impresionante. Se trata de un recorrido de unas tres horas por el interior de una cueva. Hay que trepar por cuerdas, gatear, mojarse un poco e incluso hacer rappel. El punto extra de adrenalina lo pone la falta total de equipamiento (ni casco, ni arnés, ni nada…) y un guía en chanclas que va saltando de roca en roca. Este tipo de cosas estarían prohibidísimas en Europa (sobretodo en Alemania). Aquí hacen bromas sobre el turista que se abrió la cabeza la semana anterior. Sólo por estas tres – cuatro horas merece la pena pegarse el viaje hasta Sagada. No apto para claustrofóbicos.

¿Dónde dormir en Sagada?

Cuando salimos de Banaue nos advirtieron de que el mes de diciembre es temporada alta y quizás tendríamos problemas para encontrar una habitación. Cuando bajamos del Jeepney entramos en el primer guesthouse que encontramos (Sagada Guesthouse, 600 pesos hab. doble) y les quedaban un par de habitaciones. La habitación era bastante justa y el wifi era innutilizable pero como estábamos cansados no tuvimos ganas de dar más vueltas.

Es bastante común que en este tipo de alojamientos la instalación eléctrica brilla por su ausencia. Esto significa que no hay enchufes en las habitaciones y hay que luchar por uno en las salas comunes. Los filipinos están igual de enganchados que nosotros a la tecnología, o más. Es fácil ver una cola de espera con móviles, powerbanks, tablets, etc.

En dos días hicimos todo lo que teníamos planeado. El tercero pusimos rumbo a la playa (Pagudpud, al norte de la isla). Un trayecto de unas 15 horas. Pero esa es otra historia.